domingo, 2 de septiembre de 2012

El verano se ha ido esta noche

  Se acabó el verano o, al menos, se está yendo. Se va y con él la vida que algunos (compañeros de bandeja o de puchero del ancho y basto mundo) no hemos vivido. Los festivales que nos han contado que tan bien estuvieron, esos conciertos en los que tan deliciosamente tocaron, esas cenas que tanto se gozaron ... Se va con el verano los clientes "de siempre", los nuevos, los viejos y los que no vinieron (esta crisis ...), el estúpido que la te la lía solo para justificar delante de su familia que está en cabeza y que él mangonea, no le mangonean. Se va la clienta adolescente que nunca te mira pero siempre te sonríe medio cocoqueta medio avergonzada, la madre que no se entera, el padre de mirada reprobadora y el hermano pequeño que se embadurna en helado de chocolate. Se van las señoras mayores de cardados imposibles y perfume nauseabundo y penetrante; la que se enfada por tardar alrededor de 2 minutos en servirla y la que te dice que le recuerdas a su hijo que nunca va a verla y que cada día estás mas guapo y mas delgado. Se va la del cortado corto o largo en una bañera de hielo, el de las mezclas de granizados imposibles y laxantes, el que lo quiere grande, el que lo quiere pequeño y el conjunto de todos y cada uno de los medianos, el de el carajillo descafeinado y sacarina, el del helado caliente, la del gofre de las 2 a.m., el de la copa de las 3, el del bar de enfrente, el de al lado y las del de detrás, el francés, el alemán y el español en general. Se va con el verano, mi jefe, mi estrés, mi despreocupación, mi trabajo, mis ingresos mensuales, mi compañero que ahora es mi amigo porque el mar lo ha reclamado de manera fulminante, se va el abuelo que no ha pegado palo al agua en todo el verano, mis compañeras entregadas al mero acto de llenarte la bandeja, el esperar que aparezca por la esquina la preciosa camarera de tres garitos mas para allá y que te alegre por un minuto la mierda de noche que llevas solo con mirarte y sonreir, mis desgastados pantalones de pinzas, mis polos blancos raídos y ese desastre que llevo en los pies anteriormente conocido como zapatillas. Se va el acostarse agotado y levantarse devastado y saber que vas a hacer mañana con un a probabilidad de acierto del 99% ... se va, para resumir, el conjunto de mi vida en general en estos últimos tres meses. Pero dejo cosas pendientes ...
   Dejo pendiente el sueldo del último mes, el dinero del bote y el finiquito, amistades que mantener, otras que terminar de afianzar, entender malentendidos, ocurridos, dichos y demás cosas acabadas en -os. Esta no es una entrada "tipo" del blog. Pero el verano se ha ido esta noche y es lo que hay.

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