miércoles, 14 de diciembre de 2011

Postmodernidad de mierda. Parte 1

   Si miramos en cualquier enciclopedia, diccionario o wikipedia, como es mi caso, al buscar el término postmodernidad obtenemos mas o menos la definición de "El término posmodernidad o postmodernidad designa generalmente a un amplio número de movimientos artísticosculturales, literarios y filosóficos del siglo XX ... bla bla bla y bla bla bla". Bién. Vale. Aquí, hoy le daremos un nuevo significado al término, el de gilipollas pedante y hortera. Porqué a mi pensar uno puede ser muy indie y muy moderno y muy de todo pero como todo en esta vida, hasta un punto, hasta el punto en el que la gente mira raro y a mi me entran las ganas de matar. Esto, como en las grandes sagas del cine, va en varios tomos. Hoy la primera
   Les llamo postmodernornos porqué son ni más ni menos que unos modernos pasados de rosca. Lo que no puedo entender esa fascinación por todo lo retro. Pero lo retro casposo. Lo ochentero. Cosas que, seguramente, hace 5 ó 10 años tiraron a la basura por viejas, grandes e inservibles. El mayor ejemplo, las gafotas de pasta. Lo peor de esto es que ha traspasado todas las barreras y ahora es un complemento choni mas (lo que ha hecho que ya no molen tanto). Los mismos gilipollas que sufrieron comentarios jocosos por culpa de los hijos de puta de sus compañeros de clase por llevar gafas y que cada año se gastaban una pasta más grande en una montura mas pequeña, o incluso invisible son los mismos que ahora llevan la montura de pasta de un dedo de ancho, de colores y de un tamaño que hasta el propio Rompetechos creería desproporcionado y fuera de lugar. Mucho mas delito tiene aquel hijo de puta que hacía comentarios jocosos sobre su compañero el gafudito y se compra las gafas ... sin cristales !!! Pero es que hay que ser gilipollas integral, deficiente mental total. Es como llevar dos pares de zapatos, unos puestos y los otros al hombro porqué si. Que Berto Romero es actor y los actores se disfrazan. Nada que decir ya de los portagafas operados a láser justamente para eso, para no tener que llevar gafas ... castración química ya !!!
   Otro punto de interés es el relativo a las tecnologías, las nuevas y las viejas. Ese pedazo de inútil de hijo de defectuosos espermal de la vida entera suya y la de otro que se flipa con la calculadora de su tía la cuarentona. Ese cacharro que funciona a pilas, amarillenta, del tamaño de un notebook casi y que cada tecleo suena como un golpe de martillo. Y se la lleva a la universidad. Y es el mas moderno de la clase. Y si no el rollo de ahora de las cámaras Polaroid, que las retiraron del mercado precisamente por qué carecían de él, pero claro, como ya no las fabrican, son lo mas y ya si pillan un modelo original de hace 30 años ... mas orgasmos por minutos que un vibrador con las pilas recién cargadas. Y digo yo. Para ser consecuente con esa postmodernidad tuya ... ¿Lo de tu bolsillo es un Ipone? Y ese maletín, ¿lo de dentro es un puto Sony Vaio? ... Yo que me esperaba un Alcatel Ladrillophone modelo del '99 como poco y una máquina de escribir de 5 kg de peso tal cual con la que a mi me empadronaron ... vaya desilusión. Aunque sería lo suyo, ¿no? Mas que nada por qué es lo que se espera de personas que de por si mismas se tienen por, en su mayoría, inteligentes por encima de la media, consecuentes, hiper-tolerantes, pedantes y listillos de toda índole y clase.
   Y con esto aun no he acabado con vosotros post-modernos de mierda ... Un abrazo para todos.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Tamaño medio

   Lo que hoy me ocupa es algo que me ha dado rabia toda la vida desde que trabajo y que seguro lleva pasando desde que la hostelería es hostelería. Desde que el mundo es mundo. Desde que el universo es universo (o para el mundo religioso) desde que Dios es Dios. 
   Vas a una mesa, libreta y bolígrafo en mano (PDA incluso), bandeja en la sobaquera. Te postra delante de los clientes, no con tu mejor sonrisa pero si con la que tienes hoy, preguntas y la respuesta primera es un "Ufff, no se, es que no me apetece nada en verdad". A ver, pedazo de imbécil de mierda, si no tienes intención de comprar nada de lo que se ofrece por qué me molestas. Estoy seguro de que esta gente no tiene la gracia en si misma suficiente para plantarse en un concesionario de BMW, meterse dentro de un coche y cuando el comercial pregunte soltarle "no, si en verdad es que no me apetece coche". Que habrán inútiles que lo hagan seguro, pero no es lo natural. Aun así no es esto lo que mas me molesta.
   Aquello que me da rabia pero de verdad, he incluso me llega a molestarme realmente muy mucho creo que hasta demasiado, es cuando te piden el tamaño mediano, hasta con miedo por qué les has dado la opción de que elijan el grande e incluso, así a lo loco, has vislumbrado la opción de un tamaño pequeño. Y es que lo peor de esta gente es que la ves venir desde lejos. Esa planta de temerosos de dios, de aquel que no ha cruzado nunca sin mirar, que no ha tomado un solo riesgo en la vida, y que han tomado las decisiones importantes de la misma por él. Una puta y vomitiva ovejita. Siempre elije mediano, porqué grande es demasiado y pequeño puede dar pie a malpensar. Es el complemento perfecto a su polo de Springfield, sus pantalones cortos por encima de la rodilla y chanclas, todo ello unicolor. Es el tamaño del que tiene una vida mezquina, del hijo de puta que chismorrea porqué siempre le dijeron que no era bueno levantar la voz, del puto parásito intelectual del "ni pa ti ni pa mi", perfecto para no tener que decidir ni tener que pensar, la sofisticación del inepto que se deja llevar y la vía de escape perfecta para la pareja de vida triste que ya no se dicen nada por habérselo dicho todo, padres de unos demonios indomables fruto de tu total ineficacia como padres, reflejo en si mismo de su mediocre (o mediana) y triste vida.
   No nos equivoquemos, este tamaño mediano es el que me da de comer, de vez en cuando. El tamaño mediano es la masa, de la oveja que nunca se separa del rebaño ... y el lobo necesita comer.