lunes, 6 de mayo de 2013

Las verdades de cuatro meses después

Hoy escribo, como escriben los desesperados. Con acritud, mucha, quizá demasiada y sin tapujos ni vergüenza. El alcohol las drogas y la desesperación (tambien la falta de tabaco) lo han propiciado. Soy el mayor fiasco de la historia de este puto pueblo de mierda a llevo tatuado en el cuello; otra incongruencia ( se escribe asi??? ) como toda mi vida. Soy bueno en poco pero en mi poco soy el mejor. Tiré abajo hace un mes mi futuro y mi sueño por la puta borda. Por el fuego y el rock'n'roll. Por el ego. Por la inaptitud. Por ser el puto mejor nº2 del mundo y no valer para nº1. Con todo lo que yo me creía. Cura de humildad nivel "Master Level". Le he fallado a todo bicho viviente incluído uno mismo. Sobretodo a uno mismo. Y a ella. Que le quería demostrar que salía triuanfante pese a dejarme tirado en el momento mas importante de mi vida. A ella. Que podría decir que hasta pasado lo pasado todavía hasta la quiero. Y lo peor? Que volverá. Sé que volverá. Y lo hará no ahora, que camino entre mis propios cadáveres de una guerra que nunca aspiré a ganar, empachada de ninguna batalla que gané. No cuando camino por el barro solo y anestesiado. No. Volverá cuando mejor esté. Cuando todos me veais justo, digno y diligente. Ahí volverá. Porqué a mis casi treinta, ya veo mi vida como la del soldado maltrecho que nunca tiene las de ganar. Nunca gana. Y aun así la vida le brinda sobrevivir. No tengo nada. No me queda nada. No tengo dinero, ni dignidad, ni fama, ni nombre ... y si algo me queda es la breve sombra de lo que prometí ser y nunca llegué a ser. La vaga huella del mayor de los crímenes, el del talento malgastado. Ese soy yo. Otro muñeco roto. Otro fracaso a añadir a lista familiar y a esta puta mierda de pueblo, que como a todos y cada uno de vosotros ( no os sepa mal ) tanto odio y tanto amo. Hoy soy la sombra, el destierro y el desarraigo. La extrema izquierda, la derecha mas rancia y oscura. La célula dormida. El puto talibán en invierno en las montañas. Soy lo que queda de lo que todos creíais y nadie sabía. Soy lo que enseño como siempre, pero hoy mas que nunca, todo lo que siempre me guardo. Soy el yonky sin droga, el poeta sin musa, el carpintero sin madera que tallar por haberla desperdiciado toda en nimias obras. Soy el fraude. Soy la bancarrota. Soy el que ha perdido el norte que supo encontar.